Quemaduras
Las quemaduras son lesiones de la piel y otros tejidos que pueden ser provocadas por contacto térmico, radiactivo, químico o eléctrico. Estas heridas se clasifican según su profundidad, y según el porcentaje de la superficie corporal total afectada.
Las complicaciones posibles a desencadenarse en estos eventos son: shock hipovolémico, rabdomiólisis, infección, cicatrices, contracturas o retracciones articulares.
Clasificación de quemaduras
Las quemaduras se clasifican de acuerdo a la capa de la piel hasta donde se extiende la lesión. Entre ellas se distinguen:
- Quemaduras de tipo A: (primer grado, epidérmica) aquí se ve afectada solamente la epidermis. Estas se presentan de dos maneras:
* Quemadura de tipo A superficial: se percibe como un enrojecimiento de la piel (eritema) sin ruptura de la misma; acompañada de hipersensibilidad. Un ejemplo típico es la quemadura por exposición solar.
* Quemadura de tipo A flictenular: (segundo grado, dermoepidermica) en estos casos puede estar comprometida la membrana basal, sin llegar a afectar la dermis. Se presenta con las características flictenas, es muy dolorosa, y sana sin dejar secuelas en un periodo de dos semanas aproximadamente.
- Quemaduras de tipo AB o quemadura intermedia: (segundo grado, dérmica) en este tipo de quemaduras se ve comprometida la dermis. Las quemaduras intermedias tienen la característica de evolucionar según el grado de destrucción de la dermis como: “ABA” (quemaduras intermedio-superficiales) en las cuales la piel se regenera a partir de los restos epidérmicos de las faneras; o como “ABB” (quemaduras intermedio-profundas). Estas últimas, debido a una mayor destrucción en la dermis, evolucionan con profundización de las lesiones y requieren autoinjerto de piel para su curación.
- Quemaduras de tipo B: (tercer grado, subdérmica) la lesión se extiende hasta la hipodermis, dañando todas las capas de la piel. Al igual que las de tipo ABB, solamente pueden ser reparadas mediante el autoinjerto de piel.
Las quemaduras de cuarto grado serían aquéllas que afectan el tejido subcutáneo, músculo, fascia, periostio y hueso.
Tipos de quemaduras
Otro criterio mediante el cual podemos clasificar a las quemaduras, es su causante.
Quemaduras por radiación: son consecuencia de una exposición prolongada a la radiación. La más frecuente es por exposición a la radiación ultravioleta, la cual puede provenir del sol (quemaduras solares) o de fuentes artificiales como las camas solares. Otro tipo de radiación que puede causar quemaduras son los rayos X, entre otros. (ver Exposición a la radiación y contaminación).
Quemaduras químicas: éstas se producen por el contacto con ácidos, álcalis (por ejemplo, lejía o cemento), fenoles, cresoles, gas mostaza o fósforo. Dentro de ellas se pueden reconocer las producidas por ácidos en general, los cuales causan heridas limitadas, y aquellas producidas por agentes alcalinos más profundos y de evolución tórpida. Entre ellos, por ejemplo, el ácido fluorhídrico. Las quemaduras provocadas por este tipo de ácido son muy dolorosas, aunque sean de escasa extensión, ponen en riesgo la vida ya que generan hipocalcemia severa. La necrosis de la piel y del tejido profundo que se originan como consecuencia del contacto con estas sustancias, puede seguir progresando durante varias horas.
Quemaduras eléctricas: las mismas pueden ser provocadas por diversas fuentes de electricidad, como un rayo, una pistola eléctrica o el contacto con la corriente en el hogar. En las quemaduras por electricidad se reconocen tres mecanismos principales:
- Quemadura eléctrica verdadera: causada por el paso de la corriente eléctrica entre dos puntos anatómicos, de tal manera que el cuerpo se convierte en parte del circuito eléctrico. Presenta lesiones de entrada y de salida. El daño es fundamentalmente térmico, y profundo. Las lesiones de la piel no evidencian las lesiones musculares, tendinosas, vasculares, nerviosas y óseas, que genera el paso de la corriente.
- Quemadura por arco eléctrico: la corriente pasa externamente al cuerpo desde el punto de contacto a tierra. La magnitud de la quemadura depende de la distancia y de la temperatura alcanzada.
Quemadura por llama: el fuego se origina por el paso de la corriente eléctrica, el cual incendia la ropa, o los objetos de la escena.
¿Qué lesión causa una quemadura?
El calor de las quemaduras provoca la desnaturalización de las proteínas y, por ende, la necrosis coagulativa. Alrededor del tejido coagulado se agregan las plaquetas, se contraen los vasos y el tejido mal perfundido (que se conocen como zona de estasis) puede necrosarse alrededor de la lesión. El tejido que rodea la zona de estasis comienza a sufrir hiperemia e inflamación.
El daño de la barrera epidérmica normal puede dar lugar a:
- Invasión bacteriana
- Pérdida externa de líquido
- Alteración de la termorregulación.
Los tejidos dañados a menudo se vuelven edematosos, lo que aumenta aún más la pérdida de volumen intravascular. La pérdida de calor puede ser significativa puesto que existe una alteración de la termorregulación de la dermis dañada, en particular en las heridas expuestas.
Tratamiento y prevención de quemaduras
El tratamiento para este tipo de accidentes se basa en la reposición hídrica de los tejidos. Estos procedimientos consisten en aplicar antibacterianos vía tópica, limpieza periódica, elevación de las zonas quemadas y, frente a incidentes más severos, colocación de injertos cutáneos. En los casos de quemaduras de articulaciones se realizan ejercicios en todo el rango del movimiento, para lo que se emplean férulas.
Las primeras 24 horas, luego de la injuria, marcan el pronóstico vital de un paciente quemado. Por lo tanto, es fundamental realizar un correcto diagnóstico de:
- la profundidad (Tipo de quemadura)
- la extensión (Superficie Corporal Quemada Total)
- la presencia de lesión por inhalación (LPI)
- la coexistencia de lesiones asociadas.
En caso de ocurrir una quemadura se debe:
- Como primera medida realizar el lavado por arrastre de la zona quemada con agua de red a temperatura ambiente, no colocar hielo.
- Retirar prendas que estén en contacto, mientras que no estén adheridas en la misma.
- Cubrir el área lesionada con un paño o sábana limpia y trasladar a la víctima al centro de salud más cercano.
- Evitar la colocación de agentes tópicos o productos caseros.
Se debe hospitalizar al paciente cuando:
- Presenta quemaduras de tercer grado
- El 10 % del cuerpo o más está quemado
- La quemadura involucra cara, manos, pies, genitales, o una articulación que tenga movimiento.
Gran porcentaje de accidentes, y entre ellos las quemaduras, podrían evitarse si se tuvieran en cuenta las medidas de prevención adecuadas. Con mucha frecuencia estos eventos se producen por desinformación en el manejo de elementos y sustancias peligrosas, y por el simple desconocimiento de reglas básicas que pueden aplicarse, en el hogar, en la calle y en el lugar de trabajo.
La prevención no sólo es una acción que compromete al personal encargado de atender la salud, sino a todas las personas que, por su posición en la sociedad o por su labor, ejercen un rol de comunicadores.