Atlas de ruidos respiratorios

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El fonendoscopio (o estetoscopio)​ es un aparato acústico utilizado en el área de la salud      para la auscultación o para oír los sonidos internos del cuerpo. El mismo nos permite diferenciar entre ruidos respiratorios y ruidos patológicos, además de precisar su ubicación.

Ruidos Respiratorios

· Normal: podemos definirlo como oscuro, menos intenso y grave. Se da en la base de los pulmones donde hay más alveolos y más aire.

· Bronquial: es claro, intenso y agudo. Se da en la zona bronquial. Si encontramos este ruido en la base pulmonar en un paciente adulto, significa que ha perdido aire y sospechamos que está sufriendo una neumonía, atelectasia, etc. Este ruido bronquial se da en todo el pulmón en niños menores de 2 años, ya que todavía no hay una maduración del sistema respiratorio.

Ruidos Patológicos

· Sibilancias: comúnmente llamados “pitos” (típicos en personas asmáticas). Se producen cuando hay un bronquio inestable que reduce su tamaño. Puede ser causado por un edema o broncoespasmo.

· Crujidos: tenemos 3 clases de crujidos, los cuales nos revelan su localización:

. Baja Frecuencia: se encuentran en vías aéreas proximales, por lo que se escucha sin necesidad de fonendoscopio. Durante la inspiración se oye un gorgojeo.

. Media Frecuencia: se encuentran en vías aéreas distales y por ello necesitamos la ayuda del fonendoscopio. La secuencia sería escuchar el crujido a mitad de la inspiración del paciente.

. Alta Frecuencia: se escuchan con fonendoscopio y de manera más aguda. Se producen al final de la inspiración por apertura de los alveolos que están colapsados por obstrucción, ocupación o aplastamiento.

Fisioterapia respiratoria

La fisioterapia respiratoria es una técnica terapéutica que ayuda eficazmente a tratar patologías crónicas del sistema respiratorio. Hay diversos tipos de enfermedades respiratorias que pueden ser abordadas mediante estas técnicas. Entre ellas podemos encontrar las siguientes: EPOC, ASMA, neumonía, enfermedades neuromusculares, etc.

El objetivo principal de la fisioterapia respiratoria es ayudar a la mejora de la ventilación pulmonar. Optimizando la resistencia deportiva, facilitando la desobstrucción de vías respiratorias, se contribuye hacia una mejoría en la calidad de vida.

Secuencias de la auscultación

Se recomienda hacer la auscultación con el paciente sentado para poder comparar un pulmón con el otro en el mismo punto y así valorar y encontrar diferencias que nos darán evidencias de alguna disfunción. Si no fuera posible, se puede realizar con el paciente recostado de lado, siempre teniendo en cuenta que el pulmón que más ventila es el de abajo y el que tiene más volumen de aire es el de arriba, por lo que siempre auscultaremos el pulmón de abajo.

La auscultación nos permite decidir cuáles son las técnicas para el tratamiento de fisioterapia respiratoria más adecuadas. Entre ellas encontramos:

1)    Ejercicios a decúbito inspiratorio de forma controlada y dirigida: Técnica para ganar volumen pulmonar. Se utiliza cuando hay ruidos de alta frecuencia.

2)    Espiración lenta total con glotis abierta. Técnica utilizada al encontrar ruidos de media frecuencia.

3)    Espiración lenta prolongada. Técnica que usamos en pacientes no colaboradores en los que hemos encontrado ruidos de media frecuencia.

4)    Técnica de espiración forzada. Se utiliza cuando hay ruidos de baja frecuencia, donde las secreciones están proximales.

5)    Tos Provocada: elegimos esta técnica cuando existen ruidos de baja frecuencia con ausencia de tos o tos insuficiente para eliminar las secreciones.

6)    Desobstrucción rinofaríngea retrograda. Usamos esta técnica cuando hay ruidos de baja frecuencia en cavidad nasal.

Técnicas de auscultación

La auscultación pulmonar constituye una herramienta clínica fundamental que nos permite correlacionar los ruidos respiratorios con las distintas características fisiopatológicas de cada enfermedad.

Dependiendo la edad del paciente, obtendremos una colaboración diferente con la técnica de auscultación. En pacientes adultos, habitualmente se logra una buena colaboración, lo que nos permite correlacionar los ruidos con la inspiración/espiración, con diferentes flujos a través de un esfuerzo respiratorio variable, etc. En el caso de los lactantes, muchas veces es necesario acostumbrarse al llanto del paciente, utilizar técnicas tales como dejarlo en los brazos de su madre, el uso de chupete, etc., para lograr una mayor información de los ruidos respiratorios generados durante el examen.

La auscultación pulmonar en el niño obliga a realizar una cierta rutina que permita obtener información relevante de forma eficiente. Para esto es fundamental contar con un fonendoscopio adecuado al tamaño del paciente, que disponga de membrana y campana para la mejor auscultación de ruidos graves o agudos.

La técnica debe ser sistemática y siempre de forma comparativa buscando una respiración eficiente y comenzando por las zonas críticas antes que el niño provoque llanto. Para esto, el operador debe hablar con un tono de voz amigable y monótona, intentar ganar la confianza con gestos amables dirigidos al niño y mover las manos suavemente para no llamar la atención.

En esta interacción es útil ser lúdico. Si bien un niño con llanto puede ser más difícil de auscultar, el llanto puede ser útil, ya que la respiración profunda que se produce entre cada sollozo a menudo intensifica los ruidos respiratorios. Por último, se debe considerar que la risa, la respiración forzada y la fonación generan ruidos artificiales que deben ser descartados apropiadamente.

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